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Monday, April 22, 2019

La Bella Otero

1965. El veintidós otra vez –gritó Carolina Otero. El veintidós nunca falla. El casino de Montecarlo se encontraba abarrotado. El crupier la miró con desconfianza. Hace rato que parecía desear que se marchara. Rasputín fue mi amante. El crupier sonrió con fingida educación, sin poder ocultar las ganas de perderla de vista. Hubo un tiempo en que mi nombre era Agustina –dijo casi gimiendo. Cuando casi era una niña. Carlolina intentó sin éxito apartar aquellos tristes recuerdos. Sí, hubo un tiempo en que se llamó Agustina, antes de que aquel hombre sucio la atacara en el camino y abusara de ella. El veintidós –pidió de nuevo. Lo apuesto todo al veintidós. El crupier pareció recobrar las esperanzas de que aquella vieja borracha lo perdiera todo y se marchara.


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